Predicación "QUE BUENO ES SERVIR A JESÚS" del Ap. Gabriel Perochena

v QUE BUENO ES SERVIR A JESÚS

_{(17 de noviembre de 2013.Prédica del Ap. Gabriel Perochena. Adaptada)}

Lucas 14.25-27

El título que tiene este pasaje es “Lo que cuesta seguir  Cristo”, yo le pondría “Que privilegio es servir a Cristo”

Dice que grandes multitudes seguían a Jesús. Tal vez serían miles. Ubíquese en la escena: Jesús caminando y detrás de él las multitudes. Yo no quiero hablar de salvación sino de propósito. Multitudes eran salvas, eran sanas y estaban detrás de Jesús. Pero Él dijo si alguno quiere venir en pos de mi tome su cruz y sígame.

Tomar la cruz habla de propósito de Dios. Es decir yo me tomo del propósito me meto en él, y esto es para alcanzar la bendición. Aborrecer  no significa echar, sino se refiere a que no sea lo primero en su corazón, en su vida.

Antes me enseñaban que primero Dios, segundo mi familia, tercero, mis metas, y así. En mi largo caminar aprendí que primero Dios, segundo Dios, tercero Dios…y así.  Porque si él está en el lugar que le corresponde todas las cosas le irán bien.

Discípulos es lo que Dios nos mandó a hacer a todas las naciones de la tierra. Dijo que íbamos a ser salvos, pero no podemos quedarnos ahí debemos ser siervos. Nacimos para hacer el propósito de Dios.

¿Qué es lo más grande que puede pasar en tu vida? Jesús debe ser el primero. Es más que Racing, que Boca, más que una novela, más  que un televisor. Más que todo lo que tengo en mi vida. Cuando estamos metidos en el propósito esto debe ser así.

Ahora si usted sólo quiere ser salvo es otra cosa. Pero su usted quiere ser discípulo va más allá de salvación. Es el que se niega a sí mismo, el que dice “mi carne quiere eso o aquello pero yo me niego”.

Debe servir. El que sirve, sirve (hablando de ser útil) y el que no sirve no sirve. Estoy hablando de propósito, no de salvación. Salvos son todos. Es tan lindo venir y sentarse, está todo limpito y ordenado. A veces le preguntan si está haciendo algo y contesta que no porque no sirve para nada. Dios no cree eso. Todos debemos estar en el propósito, debemos trabajar, servir. Aunque sea nuevo, algo habrá para hacer.

Lo mejor que le puede pasar es estar en el propósito, es ahí donde es prosperado, recibe la bendición, la sanidad.

Suponga que tiene una empresa, y yo trabajo para usted. Llego marco tarjeta y me siento todo el día. No hago nada más que eso, el trabajo lo tengo ahora... que me dure no sé. Piense en esto, usted la salvación la tiene, pero se olvida de trabajar, se olvida que fue llamado para un propósito. Mire a sus hijos, sus nietos, sus generaciones. ¿Qué dirían de nosotros?

Trabaje hermano, Dios no es deudor de nadie. Él paga y lo hace bien. Si usted le sirve y trabaja para él.

No piense que no puede hacer nada porque eso es lo que quiere el diablo. Somos inteligentes, sabios y trabajadores. Entonces ¿qué espera para trabajar para Dios?

Tal vez piense: “el Apóstol lo enseña porque seguro que le falta gente” Yo digo ¡amén! La mies es mucha pero los obreros son pocos. Necesitamos obreros. Mire todo la gente que hay que buscar. Hable con su líder de célula y pida poder servir.

Así se empieza en el ministerio, sirviendo. Usted me ve ahora predicando pero cuando yo empecé limpiaba los baños, los destapaba, caminábamos con mi esposa 16 km para ir a predicar porque no teníamos auto. En pleno enero, había una sola planta que le pusimos nuestro nombre porque ahí parábamos a descansar. En ese tiempo me habló Dios.

Usted también debe servir a Dios, porque hacerlo es el mejor negocio del mundo. ¿Quiere usted prosperidad en todas las áreas? Sírvale, así Él va a traer bendición sobre todo lo que toque su mano.

Juan 15. 1-8 habla de mucho fruto, esto si Jesús es el primero en su vida.

Tome buenas decisiones. Ponga a su servicio sus talentos. Este es el tiempo de que se levante y se fortalezca para servir. Deje de poner excusas. Demuestre cambios, si venía en segunda ponga tercera.

Hágalo con todas sus fuerzas, no lo deje por otras cosas, no en segundo lugar. Se lo digo porque estamos en tiempos desafiantes, determinantes y decisivos. Debemos servir a Dios y bendecir la tierra.

Hay muchas cosas para hacer, en el terreno del ministerio, acomodar sillas, ujieres, edificar. ¿Usted va a trabajar para Dios?

¡Tantas cosas por hacer!
Usted es útil para Dios y para el Reino
... Piénselo!